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El Paciente en la Sexología Médica
Art.: 12 Fecha: 17-11-97

 

En las personas con problemas sexuales existe angustia, temor, ansiedad, déficit de credibilidad en si mismo. En su masculinidad. En su femineidad. En su médico, en quienes administraron tratamientos anteriores. En el tratamiento actual. Llegan a la consulta sexológica luego de recorrer y fracasar .Dudas en tratamientos realizados por personas sin experiencia o que no conocen la especialidad. Dudas en sí mismo y en todos.

Tendría que existir más conciencia y ética sobre la existencia de la sexología clínica a fin de que los pacientes sean derivados al especialista.

El paciente que ha deambulado en tratamientos anteriores es un paciente muy frecuente en nuestra experiencia clínica.. Al llegar, y durante el interrogatorio, . despliegan una larga lista de los medicamentos administrados. Desfilan con ese paciente, comprimidos, con los cuales la Yoimbina, el Ginseng, compuestos hormonales, Gonadotrofinas y otras hormonas son frecuentes; Inyecciones KH3, embrioninas, extractos de testículos, extractos placentarios, tratamientos con Laser, celuloterapia etc. son los ingredientes terapéuticos más frecuentes en estos pacientes que han arrastrado su fracaso sexual por mucho tiempo. Un paciente muy frecuente en la consulta es el que ha sido sometido a microcirugía del pene, ante un falso cuadro de fuga venosa. ¿ Qué credibilidad pueden tener en una nueva propuesta terapéutica?. El solo estres sexual, proveniente de fracasos sexuales es un elemento determinante para impedir el éxito rápido y seguro de un nuevo procedimiento terapeutico. El sistema vascular peneano controlado por neurotrasmisores no puede funcionar en estas condiciones .Por el contrario, los neurotrasmisores peneanos inhibitorios de la erección, ejercen su efecto devastador.

En los mismos, los exámenes clínicos sexológicos profundos, como la palpación del puso peneano etc., los exámenes hormonales, los lipidogramas, una medida del metabolismo glucídico brillan por su ausencia. Ni mencionamos, por supuesto un elemento tan trascendental en el diagnóstico como la Medición de la Tumescencia Peneana Nocturna por pletismografía, una termografía peneana, el estudio de las arterias del pena por Dopler o una arteriografia de las arterias que tienen que ver con la erección del sistema peneano, Esta es la imagen de un paciente muy frecuente..

Los pacientes con fallas en su erección son los que mayor dosis de ansiedad despliegan. Como es lógico, no entienden el problema; y las dudas y ansiedades son mayores por los fracasos de los tratamientos anteriores, como por lo que ocurrirá en su futuro erectivo.

Estas dudas, angustias y ansiedades se proyectan negativamente a la nueva terapia., y las dudas y angustias revierten su negatividad a las mismas ..Dudas sobre su efectividad como pareja, dudas para la proyección futura, sobre la femineidad, la masculinidad y posibles infidelidades. .Otro paciente típico, es el intoxicado por medicamentos, el alcohol, drogas, cafeína, mateína antidepresivos, hipotensores como

Reserpina, clonidina, Metildopa. Guanetidina, diuréticos, la espironolactona, los derivados Tiazídicos, los bloqueadores Alfa y Beta, neurolépticos como la Butiferona y Fenotiazinas,Agonistas de la Dopamina, tranquilizantes etc..La ansiedad, es uno de los elementos más comunes en pacientes con historias de fracaso sexual., ello como los tratamientos anteriores ineficaces y un futuro que para él es desconocido.

Las fallas en el desempeño sexual traen esta primera reacción síquica de temor, ansiedad, angustia. El problema puede afectar al hombre en su erección, o eyaculación, a la mujer en su orgasmo .En el hombre, la dureza puede que no sea suficiente, o la erección falla en la obtención y luego viene .o bien, se obtiene la erección y luego en el momento de la penetración, la pierde sin dar tiempo a penetrar a la mujer. A veces, se produce la erección, pero la misma ansiedad ante el temor a un fracaso inminente, trae aparejada la eyaculación, en pacientes sin historia de eyaculación precoz previa. Tanto en hombres, como en mujeres, simplemente no hay ganas, deseos. O la mujer no se excita, no se moja, no se lubrica, y ello hace difícil y hasta dolorosa la penetración. En otras ocasiones, se observa una disrelación entre las veces que uno desea y el otro/otra, no. Es decir, uno de los miembros de la pareja lo desea con una frecuencia y el otro con otra frecuencia. Los fracasos, tensiones y angustias pueden ser muy notorios. Las personas transpiran copiosamente ante el fracaso sexual. El fracaso puede verbalizarse con agresiones, buscando razones, culpas, motivos. Para una siguiente relación piensan que nuevamente van a fracasar, todo ello aumenta los temores, ansiedades y generan más fracasos. Esta situación síquica se proyecta orgánicamente ya que el cerebro con sus neurotrasmisores y su vinculación con el hipotálamo sus neurohormonas, la hipófisis y sus hormonas, encuadran, deprimen al sistema neuroendocrino de los cuales depende hormonalmente la respuesta sexual.. Es decir, se produce una reacción negativa de todo el sistema neuroendocrino o eje cerebro-hipotálamo- hipófisis - gónadas que hormonalmente sustenta los procesos de respuesta sexual, es decir, la vasocongestión, erección en el hombre y la vasocongestión- lubricación en la mujer.

Uno de los cuadros realmente llamativos, una profunda y explícita imagen devastadora del panorama matrimonial, la trazan las personas o parejas que son portadoras de la eyaculación rápida o precoz. Esta situación ocasiona influencias negativas en la relación de pareja. Fracasos repetitivos, constantes reproches, ambos no terminan de entender lo que ocurre.

¿ Quién es el responsable, el hombre o la mujer ?

Muchas parejas creen honrada pero equivocadamente que la culpa es de la mujer ( el machismo hace que muchos hombres eyaculadores precoces digan a su pareja: tú tienes problemas, estás enferma. Yo soy normal. Tengo erección y eyaculo normalmente; tú no puedes tener tu orgasmo. A veces, la mujer asume esta postura. Cree honrada y sinceramente que ella es la culpable.

En general, la sensación de frustración y fracaso, son muy grandes en el postorgasmo de las parejas de eyaculadores precoces. En su fuero íntimo, el hombre siente la presencia del problema y el peso del fracaso. En la mujer la sensación de tensión sexual persiste luego de la relación. Las relaciones repetitivamente frustrantes llevan a la mujer, en muchos casos, al fastidio y la evitación. La sensación de tensión y nerviosismo en la pareja están presentes y son permanentes: " No quiero que mi esposo me vuelva a tocar, me irrita y fastidia. El rechazo, la separación, el divorcio, y muchas veces la infidelidad están presentes, Te avisé, te advertí, te lo pedí, te rogué para que solucionaras el problema. Todo esto es insoportable. " Necesito mis orgasmos". Estas y otras expresiones se escuchan en el consultorio clínico en las parejas de eyaculadores precoces. Es ella la que tiene problemas. No existe el orgasmo femenino, afirman los desinformados y machistas. A veces, las personas, en lugar de reconocer el problema, proyectan el mismo a su pareja, martirizándola, persiguiéndola.. Otros, no desean o no pueden asumir su problema por el machismo exagerado o por desconocimiento. Son agresivos con su pareja y hasta con la terapia. Muchos se niegan a acompañar a sus parejas al especialista. Otros acuden cuando una de las complicaciones más frecuentes de la eyaculación precoz, la infidelidad, está presente. El involucramiento femenino con sus parejas extramatrimonales es frecuente: " me enamoré " afirma la mujer infiel. A veces, el hombre se entera: " Me equivoqué" " No creí que sucedería". No piensan que puede acontecer, A veces existe gran sufrimiento en el hombre. El llanto y el arrepentimiento son frecuentes.

Otros pacientes con eyaculación precoz asumen su problema. Algunos eyaculan tan rápido, que no pueden llegar a penetrar. Otros, pierden la erección en el momento de la penetración

La mayoría de los eyaculadores precoces durante la penetración están pendientes del fracaso eyaculatorio. Es algo que va a venir, que viene, y no pueden contenerlo, pues nuevamente ya han eyaculado. Tratan por todos los medios de distraer su mente y su cuerpo, con tal de retener su eyaculación. El fracaso los tiene tensos, irritables. Algunos evitan las relaciones sexuales.

Expresiones o imágenes femeninas afirman. " Me fastidia su torpeza, su rapidez, su rudeza". Se arroja sobre mí, eyacula y duerme. Para él mañana es otro día, y para mí una larga vigilia ",dicen. " Me fastidia tanto que lo único que deseo es que lo haga rápido. Trato de inhibir mi sexualidad, a veces lo logro ", pero para otras, es muy intensa la tensión o necesidad sexual..

La imagen de la mujer anorgásmica es otro de los impactos en nuestra consulta clínica diaria. El proceso exitatorio femenino produce congestión en los genitales. Esta congestión desaparece por la liberación orgásmica. Cuando el orgasmo no se produce la tensión persiste. La pelvis permanece congestionada y la mujer queda con inquietud y molestia pélvica. Está tensa, irritable, nerviosa, insomne, inquieta, con llanto fácil, gran irritabilidad emocional y sensación de frustración.

Una imagen entre miles que no podemos desechar, lo constituyen los celos del bisexual. El hombre o la mujer que tiene esta variante en su conducta sexual, son portadores de una imagen de celos que por momentos lo agobia, o lo deprime, o lo deja nervioso, irritable , insomne, fastidiado.

En la experiencia por nosotros desarrollada lo que pauta el tratamiento es el interés del paciente. Y este interés es " egoístamente sexual. En la gran mayoría de los casos el paciente masculino se interesa por su erección y eyaculación solamente, Para muchos, la noción de pareja, matrimonio, etc., está fuera de contexto. Aquí se cumple uno de los postulados culturales de la sexualidad. La poligamia del varón. Sus intereses sexuales tienen que ver con su efectividad y placer, no con su sentimiento. Y cualquiera sea la edad, el paciente masculino es un " predador sexual." Desea relaciones, y las tiene con su esposa, su pareja, su amante, su secretaria. El éxito del tratamiento depende de los niveles de efectividad sexual en una gran diversidad. La erección, el control eyaculatorio y el placer sexual son sus metas.

En la mujer prima sin embargo, su afectividad, su ternura, el entorno. El contexto total es importante para la mujer. Lógicamente que las variaciones son múltiples, dependiendo de la edad, situación socio - cultural y económica, educación y religión. Por el contrario, en el otro extremo, del espectro poblacional sexual femenino, las preferencias se refieren solamente al logro de la excitación, orgasmo y placer sexual dentro de su matrimonio o pareja.

La relación en la sexología clínica del paciente, sus síntomas y el tratamiento está pautada o determinada por los objetivos del paciente. El Sexólogo no puede, ni debe imponer al paciente un tratamiento, sus propias pautas. Podemos y debemos suministrar, los elementos necesarios para el logro de " sus" objetivos sexuales.

Todas éstas y muchas más son las imágenes que los pacientes con problemas sexuales, nos dejan en nuestra práctica clínica diaria en el Campo de la Sexología Médica.

Prof. Dr. Oscar Sapena Pastor
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