Los tiempos actuales son complejos para todas las personas. Si bien es cierto que nunca la vida ha sido fácil, la complejidad y las presiones son superiores en el mundo actual para todas las personas , sobre todo en el campo laboral y en la vida familiar.
En el campo laboral, el exitismo, las ansias de superación, la supervivencia económica, complican la vida del individuo. A ello se suman los cambios de roles en la vida familiar: la mujer se ha vuelto ejecutiva; ha salido de las tareas cotidianas de la casa, se proyecta con fuerza al campo laboral; y ello complica, asigna tareas dobles al hombre y a la mujer ; modificando los roles o papeles de los componentes del núcleo familiar: la presión sobre el hombre y la mujer son superiores.
A la presión global que las acciones de la vida cotidiana desempeñan sobre el individuo es lo que denominamos STRESS O ESTRES.
El estres ocasiona o genera una respuesta en el organismo, produciendo una serie de desequilibrios, en su funcionamiento normal o fisiológico. Esto significa que toda demanda o presión , o esfuerzo desmesurado, con el cual exigimos a nuestro cuerpo; físico, psicológico, o emocional, genera una respuesta biológica, en nuestro cuerpo. Esta respuesta consiste fundamentalmente en la producción de grandes cantidades de hormonas, secretadas en una glándula de nuestro cuerpo: la SUPRARRENAL que es la glándula del stress. Estas hormonas como vamos a apreciar, producen una serie de cambios en nuestro organismo. A estos cambios el cuerpo puede adaptarse; pero si no se adapta surgen una serie de enfermedades o patologías que se denominan "ENFERMEDADES DE ADAPTACION".
Estas hormonas del estress, al liberarse, ya sea en forma aguda o crónica, producen efectos. Entre los más notorios: hacen que el corazón se contraiga con más fuerza y más rápido, aumentan la presión arterial, la vasoconstricción periférica hace que el individuo se ponga libido o pálido; suda profusamente; la respiración se vuelve más rápida; se produce hiperglicemia o sea aumenta el azúcar en la sangre; aumentan los lípidos sanguíneos o hiperlipidemia; aumenta la capacidad del hígado en producir azúcar, se movilizan las defensas orgánicas etc. con lo cual el individuo está en mejores condiciones de luchar o huir. Pero el individuo moderno, no puede luchar físicamente, por lo cual el aumento de estas hormonas no utilizadas físicamente se vuelve nocivo. A esta situación el organismo puede adaptarse o enfermarse, produciendo de esta manera, "LAS ENFERMEDADES DE ADAPTACIÓN" que llevan al individuo a enfermarse, al envejecimiento, y si no son prevenidas o tratadas, a la muerte. De esta manera, vemos al ejecutivo moderno`,aquejado por la hipertensión arterial; hiperlipidemias o aumento de las grasas sanguíneas; infarto de miocardio, y en casos menores , anginas de pecho que se producen por la contracción de las arterias coronarias; accidentes vasculares cerebrales por aumento de la presión arterial; úlceras estomacales o duodenales; colon espasmódico; reumatismo de diversos tipos, enfermedades del colágeno; diabetes, jaquecas , hipotiroidismo, caída del pelo etc.
El estress es una causa importante en la generación de problemas sexuales, como los erectivos, las anorgasmias en la mujer etc.
Al ejecutivo actual, al no poder manejar la situación se le suman el uso indiscriminado de medicamentos, sedantes, hipnóticos, somníferos, alcohol, tabaco. Todo ello, introduce a la persona, a su organismo en un desequilibrio extraordinario que no logra compensarse, produciéndose un "SINDROME ROTATIVO Y VICIOSO DE ESTRESS, DEPRESION Y ADICCIONES" que sumadas a las enfermedades arriba citadas, aceleran el proceso de envejecimiento y muerte de la persona.
A este síndrome de estres, depresión y adicciones, los especialistas denominan SEDA que en los EEU.U. y países del primer mundo afecta a millones de personas.
Pero debemos aclarar que no toda presión o estress es mala o perniciosa. Existe el estress malo y el estress bueno. Desde luego, el término estress abarca dos situaciones distintas: una que es agradable, es el buen estres o eutres; y el estres malo o distres.
El buen estres causa placer, y es todo lo que uno quiere o hace de buen agrado, en armonía consigo mismo. La alegría, el amor, el afecto, el trabajo creador, son alentadores, estimulantes . En cambio, el mal estres, es lo que disgusta o altera, exige demasiado al cuerpo. El trabajo excesivo, agotador, desagradable, en condiciones de tensión, la tristeza, el fracaso, la pena, la frustración, la enfermedad, la depresión, constituye el mal estres y son las fuentes fundamentales de desequilibrio y de las enfermedades citadas o de adaptación.
No podemos dejar de afirmar que toda persona puede identificar los signos y síntomas precoces que revelan que está sometida a estres excesivo, y sin que aún hayan aparecido los síntomas de una enfermedad de adaptación que ya indica que el organismo está enfermo y que la situación no puede revertirse .Así la fatiga reiterada e inusual ; el cansancio, la falta de energía, la ausencia de gusto, para hacer las tareas habituales, la fatiga intelectual ; la dificultad de concentración , los vacíos de memoria; el descenso del rendimiento intelectual o físico; la fatiga sexual, el descenso del deseo; las dificultades en la erección; la falta de orgasmo; los dolores musculares generalizados y localizados sobre todo en la espalda y el cuello; dificultad para levantarse en las mañanas; la depresión, la tristeza, la impaciencia, irritabilidad, nerviosismo, angustia, ansiedad, desaliento. Alteraciones del sueño etc.; son los más frecuentes síntomas de alarma que nos indican la presencia del estres.
Prof. Dr. Oscar Sapena Pastor
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