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Impotencia Femenina
Art.: 35 Fecha: 25-05-2003

 

Artículo Publicado en el Diario ABC Color.

La disfunción en la excitación femenina, también denominada impotencia, afecta a un elevado porcentaje de esposas. La misma se caracteriza por la poca o nula excitación. Entre las causas de este trastorno está el proceso educativo restrictivo erróneo y culpabilizador sobre el sexo. Además, la falta de información adecuada.

El Dr. Óscar Sapena Pastor, sexólogo clínico, no orienta al respecto.

Es importante establecer algunas definiciones previas necesarias para comprender el trastorno en la sexualidad de la mujer. Lo primero que hay que definir es la disfunción sexual.

Según el Dr. Sapena, es cuando uno o ambos componentes de la pareja manifiesta expresamente que las relaciones sexuales no son satisfactorias.

En segundo lugar está el desempeño del cuerpo humano. Cuando el mismo es impactado por un estímulo sexual.

El profesional explicó que el organismo humano recorre un camino que es iniciado por una etapa previa, que es el deseo sexual. Luego se produce la excitación, llenándose de sangre los genitales, y con ello se producen la erección en el hombre y la lubricación vaginal en la mujer.

Acotó que la mujer se moja por pasaje de líquido del interior a la luz vaginal. Si el estímulo continúa, el acto sexual con penetración se produce llegándose a la etapa denominada “meseta”.

El sexólogo clínico manifestó que por la intensificación del proceso excitatorio llega al orgasmo la mujer y a la eyaculación el hombre. Luego sobreviene el periodo refractario final, con distinta durabilidad en el hombre.

Añadió que la mujer, por su naturaleza, puede tener varios orgasmos. “En cada una de las etapas de la respuesta sexual mencionadas; si se producen fallas, se origina un trastorno o disfunción. Así, la falla en la etapa del deseo es la disfunción de la falta de apetencia sexuales”, añadió.

Apuntó que si el problema está en la etapa de excitación. El hombre no tiene erección (impotencia) y en la mujer surge la disfunción de la etapa excitatoria a la que se denomina “impotencia femenina”. Aclarando que pueden darse fallas en la etapa orgásmica, en ambos sexos.

Entre las causas fundamentales de la falta de excitación de la mujer, el profesional dijo que está el proceso educativo restrictivo y deprimente de la sexualidad. Además, la falta de información adecuada sobre el sexo, con educación culpabilizadora y errónea.

Recordó que la información sexual adecuada debe asentarse sobre información veraz, científica, concertada, dentro de los principios morales, religiosos, del amor y sin suspicacias.

Entre las causas negativas más frecuentes que impiden a la mujer gozar de su sexualidad a plenitud enumeró los miedos por violencia sexual anterior, violación; las culpas, la ansiedad y el estrés.

Asimismo, la violencia sexual en el contexto de la pareja, temores por contraer enfermedades de transmisión sexual, sida, los conflictos sexuales conyugales, la inadecuada estimulación sexual por parte del varón, la presencia de problemas erectorios en el esposo (impotencia), eyaculatorios (eyaculación precoz, retardado o ausente).

También se suman a los ya mencionados los factores personales, enfermedades, depresión, diabetes, problemas hormonales, falta de estrógeno, la menopausia, alcoholismo e hipertensión arterial.

El Dr. Oscar Sapena explicó que las pautas de tratamiento de impotencia femenina y otros problemas sexuales enmarcan la impotencia de la sexología clínica. Porque en la medicina tradicional existe una correlación directa entre causa-efecto en el tratamiento.

En cambio, en la sexología clínica, el tratamiento aplicado a cada caso debe ser multidisciplinario en sus causar orgánicas y síquicas. Es decir, depende de la evaluación de sus múltiples causas el tratamiento adecuado.

Prof. Dr. Oscar Sapena Pastor
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