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El Paciente en la Sexología Clínica Actual
Art.: 42   Fecha: 19-03-2004

 

Es un hombre. Una mujer. Una pareja. Es una persona que sufre un problema en su conducta sexual.

Existe angustia, temor, ansiedad. Déficit de credibilidad en sí mismo. En su masculinidad. En su femineidad. En su médico. En quienes administraron tratamientos anteriores. En el tratamiento actual. Llegan a la consulta sexológica luego de recorrer y fracasar. Dudas en tratamientos realizados por personas sin experiencia o que no conocen la especialidad. Dudas en sí mismo y en todo.

Han recorrido caminos terapéuticos ingiriendo medicamentos de la más diversa índole para resolver su problema.

El stress sexual de fracasos anteriores, es un elemento determinante, para el éxito o el fracaso de un nuevo procedimiento terapéutico.

Motivos de Consulta

El problema erectivo. El más frecuente, pernicioso, depresivo.
La Eyaculación Precoz. El más crítico para la mujer.
El retraso o la falta de eyaculación.
La imposibilidad orgásmica (frigidez).
El dolor o dispareunia.
La imposibilidad de penetración o vaginismo.
La alteración del deseo sexual. Puede estar disminuido, ausente o aumentado.

Los pacientes intoxicados iatrogénicamente por medicamentos; barbitúricos, ansiolíticos, antidepresivos; hipotensores; alcohol; tranquilizantes; tabaco; son los mas frecuentes en la consulta.

La ansiedad tanto por el fracaso sexual; como por tratamientos anteriores inadecuados; y un futuro de desesperanza son elementos corrientes en la práctica sexológica clínica.

Entre los cuadros más frecuentes citamos a la eyaculación rápida o precoz. Son parejas con fracasos repetitivos. No logran entender quien es el responsable de los fracasos. Reproches constantes dominan a la pareja. El machismo hace que muchos eyaculadores precoces culpen del problema a la mujer. La sensación de frustración y fracaso es muy grande en el postorgasmo de las parejas de eyaculadores precoces. El hombre siente la presencia del problema, pero les cuesta asumir el mismo. En la mujer la sensación de tensión sexual, de congestión pélvica, persiste por horas luego de la relación. Ello lleva al fastidio; a la evitación; el rechazo; la separación; a veces la infidelidad.

Otra casuística muy frecuente es la de la disfunción erectiva (impotencia). El porcentaje de la misma es altísimo. La venta masiva de medicamentos para el problema confirma el mismo.

En este problema el panorama del paciente es mas negativo y desbastador que el de la eyaculación precoz, ya que aquí el hombre pretende sustentar su aparente masculinidad en que tiene erecciones y eyacula. En el problema erectivo no existe esta aparente compensación. El fracaso y la frustración es total. La impotencia tanto psíquica como física dominan el cuadro. La búsqueda de soluciones es incesante.

La falla erectiva es uno de los problemas mas desbastadores de la salud sexual.

La imagen de la mujer anorgásmica es otro de los impactos en la consulta clínica diaria. El proceso excitatorio femenino produce congestión en los genitales. Esta congestión desaparece por la liberación orgásmica. Cuando el orgasmo no se produce la tensión persiste; la mujer queda con inquietud y molestia pélvica; está tensa, irritable, nerviosa, insomne inquieta, con llanto fácil, gran irritabilidad emocional y sensación de frustración.

En la consulta el egoísmo masculino centrado en su erección y eyaculación son evidentes. Para muchos la noción de pareja, de matrimonio, no existe. Los intereses sexuales del varón, en general, tienen que ver con su efectividad y placer; mucho menos con sus sentimientos.

El Éxito

El éxito del tratamiento depende de los niveles de efectividad sexual en una gran diversidad. La erección, el control eyaculatorio y el placer sexual son las grandes metas del varón.

En la mujer prima su afectividad, su ternura, el entorno. Son las diferencias sexuales en ambos sexos.

Prof. Dr. Oscar Sapena Pastor
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