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El Proceso Eréctil en el Hombre
Art.: 43 Fecha: 19-03-2004

 

Durante el mismo el miembro viril del hombre, es decir el pene; que está fláxido y colgando, se pone erecto, aumentando de tamaño y dureza.

Es un proceso complejo, que depende de innumerables factores y por lo mismo es eventualmente lábil.

A nivel peneano la erección se presenta como un mecanismo hidráulico vascular; la sangre arterial se introduce dentro de los cuerpos cavernosos y esponjosos del pene, pasando esta sangre al sector venoso donde existen válvulas que cierran el escape de la misma haciendo que el miembro viril permanezca erecto.

Pero el propio organismo en los cuerpos cavernosos y esponjosos se opone a la entrada de la sangre, por medio de músculos lisos contraídos. De lo contrario el pene estaría en erección permanente. En un momento dado, ante estímulos, y ordenes que viajan por el sistema nervioso, estos músculos se relajan permitiendo la entrada de sangre al mismo. Este complejo mecanismo de contracción y relajación de estos músculos lisos se halla manejado por sustancias denominadas neurotransmisores. Existen muchas sustancias que relajan los músculos favoreciendo la erección y otras sustancias que contraen los músculos inhibiendo la misma. De esta sofisticada interacción entre estas sustancias, vasoconstrictoras y vasodilatadoras; así como de la efectividad del sistema de retención valvular, el pene puede permanecer fláxido, o erecto.

Este proceso de erección consta de dos fases: una en la cual el pene se engrosa y aumenta de tamaño, sin levantarse, denominada tumescencia; y otra que tensa, pone turgente y duro al mismo denominada rigidez. Es por ello que la integridad y el correcto funcionamiento del sistema vascular son indispensables.

Pero además y para complejidad del mecanismo eréctil, interaccionan una gran cantidad de factores. Entre ellos el sistema neuroendocrino, con los neurotransmisores del cerebro; las neurohormonas del hipotálamo, una glándula, la hipófisis con sus hormonas y el testículo también con sus hormonas.

La integridad del sistema nervioso central y de los nervios de la erección son indispensables. Ello implica que enfermedades que los afectan traerán aparejados problemas de la erección.

El buen estado de salud general de la persona es importante. Procesos patológicos como la diabetes, hipertensión, la inadecuada funcionalidad cardiaca; por citar algunas; influyen en el proceso que estamos tratando.

Infinidad de medicamentos; como acción secundaria o colateral, interfieren en el mecanismo eréctil.

No debemos olvidar los mecanismo conductuales; las interacciones negativas de la pareja; el estrés, factores psicológicos y psiquiátricos; la depresión y los medicamentos para tratarla; el miedo a que no se produzca la erección; la frustración; la culpa; la inhibición por los fracasos repetidos; el papel negativo de la deambulación por tratamientos fracasados con terapeutas, quienes utilizando los medicamentos mas modernos y sofisticados fracasan por desconocimiento de la funcionalidad sexual. Todo ello interfiere negativamente en este sutil, complejo y lábil mecanismo eréctil; tan importante para la adecuada conducta, autoestima y bienestar masculino.

Prof. Dr. Oscar Sapena Pastor
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